domingo, 29 de julio de 2007

El fin del General Rivera




La verdad sobre el traidor de Salsipuedes

(La mentira siempre muere)
(Aunque demora)
(En ocasiones demasiado)


En la famosa trampa de Salsipuedes, donde la nación charrua fue traicionada artéramente por el General Rivera y sus secuaces, la historia no narra con claridad algunos detalles de importancia que sucedieron poco tiempo después.



Se comenta que a su muerte, acaecida muy lejos de Montevideo (no se dan mayores datos), Rivera fue preservado en vino para poder traerlo hasta la capital.

Esto es falso.

Documentos encontrados en las Misiones de puño y letra de los frailes franciscanos y de algunos charrúas conversos que habian sido alfabetizados, demuestra con total claridad que el cacique Vaimaca Peru, antes de ser preso y supuestamente "vendido" a Europa, logró con una genial estratagema de guerra junto a un grupo de sobrevivientes a la traición, hacer caer en una trampa al militar traidor y toda su tropa, a los que tomaron prisioneros al grito de: "¡Umsu-úm, aimcombergán, umsu-úm, aimcombergám!!!" que traducido dice literalmente: ¡El primero que lo agarre, se lo clava!, refiriendose al estacamiento que se utilizaba en esos tiempos.


Luego, con paciencia indígena mataron uno a uno a todos los blancos, dejando al General para el final.

Cuentan los escritos que todos los guerreros charruas con los caciques a la cabeza se formaron en fila - justamente india - y al grito de:"Saacandungandonga-loponga-loponga!", que por su obviedad no precisa traducción,lo fueron pasando por sus "armas".


Vaimaca lo paso tres veces por sus "armas" antes de clavarlo en cuatro estacas y dejarlo secar al sol, donde las mujeres y niños charruas lo iban mojando lentamente con salmuera durante una semana.


Las notas de la època refieren que quedó en tan lamentable estado con la venganza de la nación Charrua y tan seco por el sol y la salmuera, que parecía una ciruela pasa gigante con semillas.

Por esta razón habría sido que al encontrar los uniformados lo que quedó del patricio, pusieron todo en un tonel de vino con la doble idea de que nadie viera los restos del famoso y renombrado General y ligando a la vez para que el vino lo remojara y lo hiciese crecer un poco.

Pero no funcionó.


Parece que enterraron un cajón vacío, porque el ciruelón lo habrían terminado utilizando como condimento en un gran puchero al que concurrieron viejos soldados de Artigas, los sobrevivientes Charruas y muchos esclavos libertos.

N. de R.: Tomado de "La multififación del vencedor de las misiones" Ediciones Franciscanas. Año de 1839. Tomo II y obligo, mándese un trago.

El General Artigas y la música


Realidades de los orígenes de ciertas canciones



Nuestro procer, el General José Artigas, que como todos sabemos era muy enamoradizo, cantaba repetídamente en el campamento del Ayuí y también durante el éxodo, una tonada muy hermosa y a la vez muy comentada en sus tiempos por ser bastante osada, que decía asi, palabras más, palabras menos: "Era rubia y sus ojos celestes, la española que pase por la piedra aquel día, que pasé por la piedra aquel día, cuando el año catorce moría."

(Al parecer se cantaba a ritmo de charanga tape, mas conocida como cumbia Chanaera.)


A posteriori su canto fue pasando de generación en generación y con variaciones menores terminó como vals, cantado entre otros por Santiago Chalar encarnando a una pulpera del Santa Lucía.

En realidad es un plagio - otro más - al primer Jefe de los Orientales.


N. de R.: Dato al pie en el libro de "Memorias de la española Clotilde Ofelia de Andurias y Salamanca la estrecha." Editorial "Antiguas trolas de abolengo", en el apartado: "Yo lo conocí muy bien y siempre extrañé a ese hombre tan dotado." (Pag. 101, renglones 21 y 69), Archivo español de libros de la colonia. Año 1850, recopulación última.